domingo, 20 de diciembre de 2009

Una jornada a pura música con ERKS y Mamá Chabela

El pasado jueves se vivió una noche muy especial y esperada, con la presencia en vivo de los dos ganadores del gran concurso Bandas al Aire. ERKS y Mamá Chabela finalmente pudieron mostrar lo que insinuaron a lo largo del certamen que organizó Estudio Urbano a través de su programa de radio en FM Flores: con dos espectáculos cargados de adrenalina y emoción, más un sonido espectacular, demostraron que son bandas que pisan fuerte, que saben lo que quieren y van a seguir dando que hablar en un futuro no muy lejano.


El escenario más grande de la ciudad de Buenos Aires, el Anfiteatro Eva Perón ubicado en Parque Centenario, fue testigo, al igual que cerca de 200 espectadores, de dos propuestas bien diferentes pero igual de atractivas.

En primer turno, todo el desparpajo de ERKS salió a escena. Ocho músicos, mucho color, pelucas, hombres con vestidos, y el Chiki, un cantante con mucho carisma, gran manejo de los movimientos de la bandas hacia adentro y hacia afuera, se ensamblaron con sonido que esquivan todos los lugares comunes. Canciones largas, que suben y bajan en intensidad, que combinan funk, rock y hasta cumbia, con un espíritu marcadamente psicodélico, desfilaron sin tregua a lo largo de todo el show. ERKS tiene mucha polenta, arriba del escenario, sus ocho integrantes se transforman en uno sólido cuerpo que transmite mucho más que sus buenos temas. ERKS es pura energía, pura actitud, pero sobre todo, es muchas ganas de arriesgar, de buscar sobre la marcha, de explorar creativamente territorios que no se saben de memoria. Ahí, donde el alma se cruza con el infierno y los ángeles con los demonios, puede trazarse la frontera donde ERKS tiene lo mejor para dar.



Casi pasadas las nueve de una noche templada, ideal para estar al aire libre escuchando música, subió al escenario Mamá Chabela, la banda ganadora del concurso. La banda que en breve estará grabando su disco en Estudio Urbano. Su propuesta, hipnótica y altamente seductora, apunta a construir belleza a partir de la delicada fusión entre el folclore argentino y los ritmos latinos más típicos, con trazos de  envolvente sonoridad circular, que perfectamente da cuenta de ciertas influencias que llevan al Pink Floyd de los setenta, oscuro, psicodélico, misterioso. Mamá Chabela es de la tierra, apunta al cielo, y  cada tanto se pone cara a cara con los subsuelos del alma; esta combinación, trasladada a su música, se vuelve el cóctel que define una identidad sólida, elegante y plagada de talento. A todo esto, sumar la belleza de la voz de Bárbara, la cantante, y la prolijidad del ensamble entre sus músicos. En una noche muy especial y emotiva, demostraron que son presente y futuro. Un disco los espera. Ya estamos ansiosos por ver qué saldrá de eso.

Con este espectáculo, Estudio Urbano Radio y su concurso Bandas al Aire, pusieron cierre a un ciclo maravilloso, que sirvió para darle espacio a muchos nuevos músicos que tenían y tienen que hacerse escuchar, porque tienen algo para decir. Hay que seguir aguantando a estos artistas porque son los que le dan a esta Buenos Aires hermosa, pero muchas veces demasiado preocupada por cosas menos importantes, una identidad que la hace única. Son todas esas bandas que hacen su música nada más que porque creen en ella, y porque todavía aman, invisibles pero haciéndose sentir, quienes aportan a la cultura porteña ese no se qué tan especial, que a pesar de todo lo malo, en algún rinconcito, nos hace sentir tan orgullosos del lugar al que pertenecemos.

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